La autocorrección se refiere al proceso mediante el cual una persona revisa y corrige sus propios errores, siendo específicamente importante en el aprendizaje, ya que permite a los individuos identificar y corregir sus errores sin depender exclusivamente de la intervención de otros.

Héctor Barrera, Gerente de Expansión México y Centroamérica, comparte que el proceso de autocorrección no solo contribuye al perfeccionamiento de las habilidades en niños y jóvenes, sino que también fomenta la autonomía y la responsabilidad en el aprendizaje.

“La autocorrección es una habilidad valiosa en diversos ámbitos de la vida, ya que permite a las personas mejorar constantemente. Además, tiene un vínculo directo con el desarrollo de la autoestima, ya que los niños van alcanzando sus metas de aprendizaje por sí solos; sin ver al error como algo negativo, sino como parte del proceso de aprender”. Así lo puntualizá.

Barrera también nos comparte que en el método de aprendizaje Kumon, la autocorrección es un componente esencial, diseñado para empoderar a los estudiantes a tomar el control de su aprendizaje. Los estudiantes reciben hojas de trabajo.

En estas se les enseña a revisar sus respuestas usando una guía de soluciones, al identificar el error se les permite cambiar su respuesta, logrando que el proceso de autocorrección se logré. A través de este proceso los alumnos desarrollan habilidades críticas como la autoevaluación.

También el pensamiento crítico y la autodisciplina. Habilidades fundamentales no solo para el éxito académico, sino también para el desarrollo personal y profesional a largo plazo. El experto comparte 4 beneficios de la autocorrección.

1. Promueve la independencia.

Al permitir que los estudiantes revisen y corrijan su propio trabajo, se les anima a convertirse en aprendices independientes, fomentando una mentalidad dispuesta al aprendizaje y reduciendo la dependencia de recibir instrucciones por parte del profesor(a).

La autocorrección es una herramienta esencial, no solo para mejorar el rendimiento académico, sino también prepara a los alumnos para enfrentar desafíos de manera autónoma y segura.

2. Desarrolla el pensamiento crítico.

Esta obliga a los estudiantes a analizar sus errores y comprender por qué se produjeron. Este proceso refuerza el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas. Esta habilidad es vital para el aprendizaje continuo y la mejora personal.

Fomenta la responsabilidad personal.

Los estudiantes que practican la autocorrección asumen la responsabilidad de su propio progreso. Aprenden a reconocer sus errores y a buscar soluciones, lo cual es una habilidad valiosa en todos los aspectos de la vida.

Mejora la retención del conocimiento.

Corregir sus propios errores ayuda a los estudiantes a internalizar mejor la información y a recordar conceptos clave a largo plazo. Esto se traduce en un aprendizaje más efectivo y sostenido.