Se hizo un llamado de las organizaciones internacionales a todos los sectores, incluyendo a las empresas productoras, comerciantes y consumidores, dentro de un proceso de responsabilidad colectiva, es hacia hacer crecer los bosques, revitalizar las fuentes de agua y restaurar los suelos.
Cada vez más personas tienen mayor consciencia al adquirir productos cuyos procesos de fabricación tengan el menor impacto posible en el ambiente. El ahorro de energía en los hogares centroamericanos se ha convertido en un tema central en el panorama global.
Esto dado el creciente reconocimiento de los efectos del cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La industria de manufactura enfocada a la producción de electrodomésticos enfrenta grandes desafíos.
Estos vienen desde incorporar materias primas acorde a las nuevas políticas de sustentabilidad, así como programas de recolección de desechos, para evitar que equipos en desuso terminen en un basurero comunal.
“Desde la llegada de Mabe a Centroamérica en 1966, el compromiso con la eficiencia energética va más allá de la fabricación de productos avanzados tecnológicamente. A medida que avanzamos hacia un futuro donde la sostenibilidad es una prioridad global, la compañía continúa liderando el camino con soluciones innovadoras que no solo satisfacen las necesidades actuales, sino que también aseguran un legado ambiental positivo para las generaciones futuras incorporando la investigación constante y el desarrollo de nuevas tecnologías”. Así lo comentó Andrés Santana, Gerente de sustentabilidad de Mabe CEAM-Andina.
La empresa mediante un Modelo Corporativo de sustentabilidad ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en las plantas de producción en un 26 %, y 46 % en la intensidad energética por unidad producida del 2018 al 2022.
Además de incrementar la recirculación y aprovechamiento de agua y aplicar un modelo de producción circular basado en el ecodiseño. Estas medidas han permitido a Mabe reducir su huella de carbono en un 18% en los últimos cinco años.
Actualmente, en el mercado hay productos que permiten un mayor ahorro de energía en los hogares: refrigeradores un 41% de ahorro, lavadoras y centros de lavado ahorran un 76% de agua un 55% de energía, secadoras de ropa ahorran un 10% de energía, y aires acondicionados hasta un 70% de energía.
Estos equipos optimizan el consumo eléctrico, y cuentan con iluminación LED más eficiente, permitiendo al consumidor elegir productos que agregan valor a su hogar y están apegados a la conciencia de protección medioambiental.
Además, se está reduciendo el uso de plástico y aumentando el empleo de materiales reciclables. Estas innovaciones no solo reflejan el compromiso de Mabe con la calidad y la innovación, sino también con la sostenibilidad ambiental.
La empresa se esfuerza por integrar prácticas responsables en todas sus operaciones, desde la fabricación hasta la comercialización de sus productos, educando a los consumidores sobre la importancia del ahorro energético y promoviendo un estilo de vida más consciente.
Otra de las buenas prácticas es incluir a los trabajadores y sus familias en procesos de educación ambiental mediante charlas y talleres de conocimiento ambiental, siembra de árboles para la recuperación de bosques, campañas de ahorro energético en los hogares.
Y también en los centros de trabajo, así como iniciativas de recolección de residuos y reciclaje, según datos internos de la marca, más 9,000 de sus colaboradores han participado en al menos una actividad de responsabilidad ambiental en el último año.
Con ello demuestran un fuerte compromiso con la sustentabilidad. En los últimos meses, se reforestó 800 árboles en distintas sedes y se adoptaron 1000 especies de plantas para apoyar su conservación.
Herbert Chapas