Esta es una historia de como el gran genio de Picasso pionero del movimiento de arte moderno, quién fue tan famoso por su estilo único como por su incomparable proceso creativo tenía una particularidad ya que un hecho menos conocido del artista es que a menudo buscaba la atmósfera animada de una cafetería.
Se dice que pasaba mucho tiempo en estos lugares, se sentaba, observaba y absorbía el mundo que lo rodeaba en el lienzo de una servilleta. El humilde trozo de papel no era sólo una herramienta improvisada sino un símbolo de su enfoque poco convencional del arte y la vida.
Para Picasso, la servilleta representaba una instantánea de un momento que de otro modo pasaría al olvido, el ambiente del café ofrecía una incomparable fuente de estimulación que no podía replicar en su estudio, ya que su rutina de trabajar y beber un buen café era un complemento a su forma de ver la vida.
Las cafeterías ahora no solo son un lugar donde laborar sino donde distraerse y agregar a elementos a grandes creaciones, esto no sólo subraya la importancia del entorno para la creatividad, sino que también ilumina el valor de la creación rápida e intuitiva.